Suena el teléfono en la recepción del hotel.
Un señor llama desesperado y ciertamente molesto:
Por favor, ¡Vengan rápido! ¡Estoy teniendo una discusión muy fuerte con mi esposa y dice que va a saltar por la ventana!
El recepcionista, con un tono calmado, responde al huésped:
Caballero, le pido que entienda que ese es un asunto personal y no le podemos ayudar.
Desde el otro lado del teléfono:
Sí señor, ¡Pero la puta ventana no abre!, y digo yo que eso es ¡¡Un problema de mantenimiento!!
Un señor llama desesperado y ciertamente molesto:
Por favor, ¡Vengan rápido! ¡Estoy teniendo una discusión muy fuerte con mi esposa y dice que va a saltar por la ventana!
El recepcionista, con un tono calmado, responde al huésped:
Caballero, le pido que entienda que ese es un asunto personal y no le podemos ayudar.
Desde el otro lado del teléfono:
Sí señor, ¡Pero la puta ventana no abre!, y digo yo que eso es ¡¡Un problema de mantenimiento!!
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